Ante los intentos de obstaculizar la actividad académica del profesorado investigador

El 24 de mayo se celebró el congreso «Subirotasuna (k) aztergai», organizado por dos grupos de investigación de la UPV/EHU. Allí, la investigadora Ainhoa Ozaeta, doctora de la UPV/EHU, iba a presentar una comunicación. Esta comunicación era el resultado de la investigación desarrollada en su tesis y estaba aprobada por la comisión académica del congreso. Días antes de que comenzara el congreso, algunos medios señalaron públicamente que esta investigadora había sido condenada en el pasado por pertenecer a la organización ETA.

La campaña, realizada con el objetivo de dañar públicamente su imagen y condicionar la actividad académica de la universidad, tuvo su efecto. El equipo rectoral se puso en contacto con la organización del congreso para pedirles que suspendieran la participación de Ainhoa Ozaeta, tal y como reconocía la propia rectora de la UPV/EHU en la red X. En sus afirmaciones se indica que la aprobación de la participación de Ainhoa Ozaeta en el congreso «supone un daño anímico totalmente contrario a nuestro código ético». «Casualmente», mientras se alimentaba de forma interesada esta polémica alimentada, desde la Secretaría General nos enviaron el código de ética a todo el personal de la UPV/EHU, tres meses después de su aprobación en la sesión del consejo de Gobierno del 22 de febrero…

Frente a ello, la sección sindical de LAB en la UPV/EHU quiere denunciar que la dirección de la universidad ha sucumbido a la presión ejercida por la derecha mediática. De hecho, en lugar de garantizar los derechos de esta investigadora, han intentado privarla de sus derechos para desarrollar su actividad académica. Es inadmisible que la dirección de la UPV/EHU presione a las y los organizadores del congreso para intentar censurar la presentación de una comunicación que superó los criterios académicos para ser aceptada.

La dirección de la UPV/EHU debería tener la suficiente valentía para mantenerse firme ante presiones externas interesadas y para salir en defensa tanto de su personal como de las actividades académicas organizadas por sus grupos de investigación.

Además, queremos denunciar el uso interesado del código de ética por parte de la dirección de la UPV/EHU. Mal andamos si, recién aprobado, el equipo rectoral, desde su posición de poder, empieza a interpretar el código en base a su criterio… Si, como afirman, la universidad debe ser un espacio abierto para el debate académico, no necesitamos que nadie, desde lo alto de su pedestal, nos tutele sobre qué está bien y qué está mal.

Por tanto, LAB denuncia que en un momento en el que hay que construir una convivencia democrática, este tipo de actitudes están fuera de lugar.