¡Autodefensa feminista, también en los centros de trabajo!

LAB convoca concentraciones delante de las inspecciones de trabajo de las capitales, el 25 de noviembre a las 12:00h

¡No nos callaremos: organización, unión, denuncia y lucha!

Cada mes, cada semana, cada día, sentimos la misma indignación. Cada día, cada semana, cada mes nos embarga la misma desazón. Compañera de trabajo, amiga, vecina, la historia y la situación se repite, una y otra vez. Se repite la violencia y el acoso hacia las mujeres* en espacios y formas diversas. Miradas morbosas e hirientes, relaciones de poder invisibles, brecha salarial, tocamientos sin consentimiento, falsas medidas de corresponsabilidad y conciliación, chistes sobre mujeres*, paternalismo, violaciones, precariedad, condiciones de trabajo lamentables, carga doble y triple en las labores de cuidados, infravaloración de nuestro trabajo…

Muy pocas veces se denuncian estas situaciones; muchas veces, las relaciones de poder influyen directamente en ese número tan reducido de denuncias. Las mujeres* trabajadoras tenemos miedo de denunciar, porque podemos perder nuestro puesto de trabajo y porque pondrán en duda el acoso vivido. Percibimos la falta de apoyo en el centro de trabajo, no hay medios ni voluntad para hacer frente al acoso.
Muchos centros de trabajo no tienen protocolos contra el acoso sexual y, de haberlos, no son reales ni aplicables. Con el paso de los años, cada vez queda más claro que los protocolos no tienen garantías; es más, ni siquiera se dan a conocer entre la plantilla.

Prevalece el interés económico de la patronal y queda en papel mojado, en un gesto cosmético, lo que debería ser un instrumento para hacer frente a esta sociedad heteropatriarcal en los centros de trabajo. En los centros de trabajo, como en la calle, cada vez que denunciamos se pone en duda nuestra palabra, nuestro malestar, nuestro relato, por lo que, aún siendo nosotras las agredidas, acabamos teniendo que justificarnos. Eso, en lugar de ayudar, dificulta cualquier intento por acabar con la violencia.

Las mujeres* hemos conseguido identificar lo que es acoso y cómo influye en nosotras, hemos aprendido a identificar el acoso sexual. Tenemos que actuar con firmeza y determinación en los centros de trabajo, a diario, construyendo redes con otras mujeres*. En los centros de trabajo, nuestro modelo y línea a seguir ha de ser la autodefensa feminista. Las mujeres* nos vamos a organizar, pasando de los márgenes al centro, construyendo muros de resistencia y fortaleciéndonos y cuidándonos entre sí. Tenemos mucho por lo que luchar en nuestros centros de trabajo, tenemos mucho por reivindicar y, sobre todo, tenemos mucho que ganar.

Hombres, amigos, afiliados, compañeros, delegados, no seáis cómplices. Sois responsables de vuestras actitudes y comportamientos. Tenéis que dejar de mirar hacia otro lado. Tenéis que hacer frente al machismo y a las actitudes sexistas que os incumben. Mojaros.

Las mujeres* hace tiempo que pusimos en entredicho el sistema heteropatriarcal capitalista, muchas veces le hemos enseñado los dientes con valentía, nos hemos levantado, hemos confrontado las normas del heteropatriarcado, hemos llevado al centro modelos disidentes, ¿y vosotros? ¿hasta cuando seréis cómplices? Acabad con vuestra complicidad, desmontad vuestra masculinidad. Las mujeres* no vamos a parar hasta que los centros de trabajo sean espacios libres, sin acoso. Y vosotros, ¿qué posición vais a adoptar en esta lucha?

Las mujeres* lo tenemos claro, recurriremos a la autodefensa feminista en los centros de trabajo y responderemos a las agresiones mediante la acción sindical. Lo que no se cuenta no existe; por ello, nosotras gritaremos alto y fuerte hasta hacer temblar las paredes de nuestros centros de trabajo. No nos vamos a callar ante el acoso y las agresiones, estamos indignadas, y esa indignación nos llevará a organizarnos, a crear redes, a señalar a todos los responsables. A las empresas también les exigimos que dejen a un lado su irresponsabilidad y demagogia. Les reiteramos que es hora de poner en macha protocolos reales en las empresas.