El Primero de Mayo de este año llega en plena celebración del 50 aniversario de LAB. Es un momento dulce para nosotros y nosotras que, sin embargo, aspiramos más allá de la evolución que podamos tener como sindicato, ya que nuestra misión es luchar por las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras y los trabajadores, así como generar una transformación social y cambios políticos.
Respecto a la situación de la clase trabajadora, el contexto global no deja mucho margen para el optimismo. El capitalismo heteropatriarcal y colonial es cada vez más violento y conlleva la acumulación de dinero y poder en pocas manos, la crisis de los cuidados, la crisis ecológica e incluso guerras en diferentes lugares del planeta.
Los diferentes análisis del sindicato señalan un proceso de dualización: más del 50% de las y los trabajadores vascos vive en situación precaria. Ya sea porque trabajan en tareas de cuidado forzado y no remunerado, porque están en paro o porque cobran un sueldo inferior a 1400 euros brutos. La diferencia entre quienes tienen condiciones de vida dignas y quienes están en precario se está acentuando. Este sistema genera brechas y diferencias en base al género, edad u origen.