¡Frente a la privatización, un sistema comunitario de cuidados! Reconocer y repartir los cuidados

Fuimos miles las que salimos a las calles el 30 de noviembre de 2023 durante la Huelga Feminista general con una reivindicación clara: para garantizar el derecho colectivo al cuidado hay que desarrollar el Sistema Público Comunitario de Cuidados.

El colapso del sistema de cuidados es cada vez más evidente: la actual organización social de los cuidados es insostenible, el sistema se sostiene y se perpetúa a través de la explotación de las mujeres.

La precarización de los sectores de cuidado es brutal y es consecuencia de la privatización y el negocio que se promueve por parte de las instituciones (y de los partidos que están en el poder). En vez de dar valor a estos trabajos imprescindibles para sustentar la vida, las instituciones y patronales siguen aprovechándose, sin ningún pudor, para seguir acumulando ganancias.

Durante el proceso de la Huelga Feminista General, exigimos a todas las instituciones responsabilidad por las vidas de todas/os: pedimos crear mesas interinstitucionales a los gobiernos vascos. Pero frente a los consensos sociales para construir un Sistema Público Comunitario Vasco de Cuidados que democratice los cuidados, lejos de asumir la responsabilidad y cambiar de modelo, siguen profundizando en el mismo.

A puertas de las elecciones del Parlamento Vasco, el PNV ha presentado el “Pacto Vasco por los Cuidados”. Podemos decir que no existe ningún compromiso político para la publificación de los servicios privatizados, por lo que los servicios de cuidados y la precarización de las trabajadoras siguen siendo su apuesta. Es más, este pacto ha dado la espalda al proceso liderado por el Movimiento Feminista y ha hecho oídos sordos a todas las propuestas que habíamos puesto sobre la mesa.

Si bien se han visto obligados a hablar del Sistema Público Comunitario de Cuidados, en la práctica su único objetivo es perpetuar el camino recorrido hasta ahora: privatizando los servicios públicos, sin cambios en las precarias condiciones laborales del personal de cuidados, manteniendo los desequilibrios territoriales…

Nosotras seguimos apostando por una agenda social conjunta. Tenemos la necesidad de construir estrategias comunes para mantener la problemática de los cuidados en el centro de la agenda. Visibilizaremos los trabajos de cuidados, les daremos el valor social que les corresponde y seguiremos visibilizando la crisis, a través de la movilización. Poniendo las urgencias sobre la mesa, mediante la activación social, interpelando a los responsables:

1. Hay que desarrollar el sistema público comunitario de cuidados que garantice unas condiciones de vida y trabajo dignas. Se necesitan planes para acabar con la privatización e impulsar los procesos de publificación. Asimismo, la mejora de ratios es una urgencia.

2. Necesitamos reducir la jornada laboral y plantear más medidas de conciliación y corresponsabilidad, para colectivizar los trabajos de cuidado.

3. Dignificar las condiciones de las trabajadoras de cuidados, tal y como estamos luchando en la negociación de los convenios: garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores, aumentar los ratios, mejorar las licencias u otros permisos, desbloquear la negociación colectiva…

4. El reconocimiento social, político y económico de la deuda patriarcal. A través de la lucha sindical feminista, seguimos con ambición este camino. Frente a los pactos que tienen como objetivo la desactivación social, seguiremos construyendo alianzas con

el Movimiento Feminista y con todos los agentes que suscribimos el Acuerdo Social para poner las vidas de todas en el centro. Seguiremos reclamando a los partidos e instituciones que asuman la responsabilidad que les corresponde: frente a la privatización, desarrollar un sistema público comunitario de cuidados. Reconocer y distribuir los cuidados.