La huelga del PDI del 6 de marzo fue un éxito, el 12 de marzo también lo lograremos

La huelga convocada el miércoles 6 de marzo ha tenido seguimiento muy amplio en todos los campus de la UPV/EHU. Aunque el seguimiento ha sido desigual, la falta de actividad académica ha sido evidente en todos los centros. El PDI convocado ha apoyado masivamente la huelga. Asimismo, la participación de profesoras/es-investigadoras/es de la UPV/EHU en las movilizaciones ha sido muy alta: 300 personas en Bilbo, 200 en Donostia y más de 100 en Vitoria-Gasteiz. En Gasteiz, precisamente, se ha hecho el recorrido entre el Vicerrectorado y la delegación de Educación del Gobierno Vasco para denunciar la responsabilidad de ambas instituciones. Muy probablemente, la dirección de la UPV/EHU indicará que el seguimiento de la huelga ha sido escaso, pero la realidad es que el miércoles el PDI de la UPV/EHU dijimos ¡basta!

En la huelga del 11 de octubre planteamos una amplia lista de reivindicaciones tanto a la dirección de la UPV/EHU como al Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Entre estas reivindicaciones, la problemática del profesorado sustituto era de vital importancia por la gravedad de la situación de precariedad que sufren estos y estas profesoras universitarias, así como por las consecuencias de la nueva política de contratación en el resto del profesorado, que ha tenido que afrontar cargas docentes añadidas, o en la calidad de la docencia, con asignaturas que, en muchos casos, se han repartido entre varios/as profesores/as. La gestión y la investigación se han visto también afectadas. El equipo rectoral no ha dado ningún paso adelante para resolver el núcleo del problema y se ha limitado a ir poniendo parches.

Sin embargo, esta problemática no fue ni es el único motivo por el que se llamó a la huelga al PDI de la UPV/EHU. Llevamos años sufriendo un empeoramiento de nuestras condiciones laborales y queremos decir claramente que ya basta. Las cargas de trabajo se han incrementado en los últimos años y prevemos que aumentarán con el nuevo sistema JARDUN para organizar la enseñanza que pondrán en marcha el próximo curso. Además, la burocratización sigue siendo asfixiante en muchos procedimientos, la inestabilidad de la plantilla es muy elevada y, además, discriminan sistemáticamente a los colectivos más con menos estabilidad laboral empeorando aún más la situación (negando sexenios de investigación a algunos colectivos de PDI eventual y negando quinquenios de docencia a las/os de tiempo parcial). Obstaculizan constantemente el desarrollo de la carrera investigadora y, con la anulación de los acuerdos de jubilaciones, han llevado a cabo un drástico recorte, vulnerando los derechos del profesorado a punto de jubilarse y perjudicando la renovación de la plantilla. Estamos ante un problema estructural.

Estas medidas han sido impuestas unilateralmente por la dirección de la UPV/EHU, sin tener en consideración las alternativas que hemos puesto sobre la mesa los sindicatos representantes de la plantilla. Porque, para la dirección, algunos de estos problemas parecen no existir, y, cuando se han sentado a negociar sobre algunas cuestiones, no han hecho más que escenificar una negociación, manteniéndose tercamente en sus posiciones. En los últimos años, en los conflictos laborales que estamos viviendo, la plantilla ha sufrido una y otra vez la actitud de imposición de la dirección. Se mantienen las razones que nos llevaron a la huelga el 11 de octubre porque no han sido capaces de buscar soluciones razonables a los problemas, por mucho que intenten mostrar lo contrario a través de mensajes que lanzan de cara a los medios de comunicación.

Pero, además de la dirección de la UPV/EHU, el Gobierno Vasco tiene una responsabilidad evidente: pérdida acumulada de poder adquisitivo a lo largo de los años, retardo en las convocatorias de complementos, negativa a modificar el Decreto 41/2008 que establece los salarios de miseria para el personal docente sustituto a tiempo parcial, o el mantenimiento de unos salarios básicos del PDI universitario inferiores a los de la educación no universitaria (aunque sea necesario el doctorado para acceder a un puesto permanente de PDI en la universidad). La raíz de todo ello está en una financiación claramente insuficiente de la UPV/EHU por parte del Gobierno Vasco, la cual en 2022 representó sólo un 0,4% del PIB vasco (muy lejos del porcentaje medio del PIB destinado a la universidad pública en la Unión Europea, superior al 1 %).

Por todo ello, la semana que viene continuaremos con las movilizaciones que iniciamos el 11 de octubre. El 12 de marzo volveremos a interpelar al Gobierno Vasco y al equipo Rectoral de la UPV/EHU, para que aborden, cada uno en su ámbito respectivo, sus responsabilidades y tomen decisiones que acaben con la precarización de las condiciones laborales de las y los trabajadores de la UPV/EHU. Si no tenemos unas condiciones laborales dignas no se puede desarrollar una universidad de calidad. Es la propia Universidad pública que la sociedad vasca merece y necesita lo que está en juego. Y más cuando vemos que, al mismo tiempo, se pone la alfombra roja a las universidades privadas.

Seguiremos luchando por otro modelo de universidad, al servicio de la sociedad vasca y con unas condiciones laborales dignas. Por ello llamamos a todo el personal de la UPV/EHU a sumarse a la huelga convocada el 12 de marzo en todo el sector de la función pública. Las trabajadoras y los trabajadores de la UPV/EHU seguiremos en las calles mientras no se resuelvan los problemas de fondo que afectan a la Universidad.

¡No a la precarización y la discriminación en la UPV/EHU!

¡Condiciones de trabajo dignas para toda la plantilla de la UPV/EHU!