Esquilo dijo que la primera víctima de todas las guerras es la verdad. Por ello, la labor preriodística es imprescindible para dar a conocer lo que ocurre en los conflictos armados. Con ese fin, necesitamos un periodismo honesto, tanto en el relato de la guerra de Ucrania como en la crónica del resto de las 83 guerras que hay en el mundo, y en ello está gran parte de las y los profesionales de la información que han salido de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco. Cuando se cumple un mes de la detención en Polonia del periodista Pablo González Yagüe, no se entiende que ni la UPV/EHU ni la Facultad no hayan hecho ninguna declaración, teniendo en cuenta, además, que Pablo está haciendo aquí su doctorado.
Por muy positiva que sea la muestra de solidaridad con la población ucraniana, este gesto se convierte en hipócrita si al mismo tiempo no denunciamos las violaciones de derechos humanos que se están produciendo, y desde la UPV/EHU no hacemos declaraciones públicas contra otras guerras. Este mes nos hemos enterado de que Pablo González se encuentra en una situación de incomunicación y que carece de la necesaria protección jurídica y personal. Buscar la verdad, más allá del discurso impuesto, hacer periodismo, ha sido la razón de su detención y aislamiento.
Por ello, la sección sindical de LAB solicita al Decanato de la Facultad de Sociales y Comunicación de la UPV/EHU, y a la propia Rectora, que expresen su apoyo público a Pablo, que clamen por la libertad de expresión y de periodismo, incluso en tiempos de guerra, y que se pongan en contacto con la familia del estudiante Pablo González para que sienta el apoyo de la comunidad universitaria.
Asimismo, instamos al Consejo de Gobierno, que en su sesión del 31 de marzo realice una declaración solicitando la libertad inmediata de Pablo González.