¡Queremos pensiones sin recortes!

Llamamos a participar en las movilizaciones convocadas para el sábado por el movimiento de pensionistas en defensa de unas pensiones dignas. El 29 de mayo, estaremos en la calle en favor de unas pensiones sin recortes. Las manifestaciones tendrán lugar en Gasteiz (17:00, Artium), Donostia (17:00, Alderdi Eder), Iruñea (18:00, Baluarte) y Bilbo (18:00, Sagrado Corazón). También se han convocado movilizaciones en Eibar (12:00, Unzaga), Ondarroa (12:30, Zaldupe) y Altsasu (18:30, Foru plaza).

Tan importante como luchar por las condiciones laborales es hacer nuestro el clamor por unas pensiones dignas. Por ello, LAB llama a multiplicar las fuerzas a favor de un sistema de pensiones público, digno y propio y a participar en las movilizaciones que se avecinan.

Son múltiples las agresiones que sufrimos la clase trabajadora, y la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 está acelerando una profunda crisis socio-económica. En este contexto, a menudo se pierde la perspectiva a medio-largo plazo; pero la de las pensiones, es sin duda una lucha vital.

A la vez que se siembra la duda sobre su sostenibilidad, de reforma en reforma se está desmantelando el sistema de pensiones. Entre otras cosas, mediante las reformas anteriores se han aumentado los años de cotización para jubilarse y como consecuencia de los tramos establecidos, se ha ampliado la edad de jubilación a los 67 años. También se introdujo un incremento fijo del 0,25%, desvinculando la pensión del poder adquisitivo, y el actual anuncio de volver a vincular la subidas de las pensiones al IPC carece de blindaje legal.

Todas las previsiones indican que las decisiones que vienen no harán mas que ahondar en la dirección actual. El Gobierno español está preparando una nueva reforma de acuerdo con las recomendaciones del Pacto de Toledo y las medidas que se están anunciando son un nuevo listado de ataques contra la clase trabajadora: desincentivar las prejubilaciones y fomentar el retraso de la edad de jubilación, ampliar los años de cálculo a 35 años o sustituir el tantas veces rechazado factor de sostenibilidad por un nuevo indicador de “equidad intergeneracional.”

Por si fuera poco, se multiplican las voces para reforzar e implantar sistemas privados de para complementar la pensión (EPSV-s). Tras décadas de implantación, aquí son de sobra conocidos los diferentes modelos existentes y su evolución nos ha mostrado tanto sus contradicciones como sus limitaciones para complementar el sistema público, proteger a las personas con rentas más bajas y reforzar la solidaridad entre los y las trabajadoras. La apuesta, sin duda, debe ser reforzar el sistema público y por lo tanto, estamos en contra de la extensión de las EPSV.

Actualmente, si ya el 51% de las y los pensionistas de Hego Euskal Herria recibe una pensión inferior a 1000€, si la brecha de pensiones entre mujeres* y hombres es grande, con estas

medidas la situación empeorará aún más. Además, la precariedad provocada por las reformas laborales de 2012 y 2014 nos influyen directamente: los salarios bajos y por lo tanto las bajas cotizaciones, la desigualdad en el reparto de las horas de trabajo y la imposibilidad de obtener un empleo digno para las nuevas generaciones de jóvenes, son factores que lastran el sistema de pensiones.

En el sindicato LAB lo tenemos claro. No es momento de mirar para otro lado. Nos corresponde dar nuevos pasos en la lucha por un sistema público de pensiones digno y propio. En el Programa Socioeconómico que acabamos de presentar, hemos lanzado propuestas para construir un Código de Trabajo y una Seguridad Social Vasca. Mediante nuestra acción judicial, hemos conseguido revisar las pensiones de las mujeres* que han trabajado a tiempo parcial y hemos seguido desarrollando la lucha por pensiones dignas en nuestra acción sociosindical a diario.

¿QUÉ REIVINDICAMOS?

El primer hito es que la pensión mínima sea de 1080€, así como la adopción de medidas para acabar definitivamente con la brecha de pensiones entre hombres y mujeres*. Pero el camino no acaba ahí. Hay que derogar las reformas laborales, y realizar un reparto equitativo de la riqueza; reconocer y redistribuir todos los trabajos, reducir la jornada laboral y establecer un salario mínimo de 1200 euros; facilitar el empleo de las generaciones jóvenes, anticipar la edad de jubilación a los 60 años, cambiar profundamente la política fiscal para recaudar más dinero y eliminar los límites de cotización de los salarios más altos. Tenemos propuestas y son factibles. Lo que hace falta es voluntad política.

Son más de 3 años en la lucha ejemplar por unas pensiones dignas de hoy y de mañana desde que el Movimiento de Pensionistas está en la calle. Tomemos el testigo y continuemos la lucha por unas pensiones presentes y futuras universales y dignas.