
Cuando esta misma semana el Gobierno Vasco ha proclamado públicamente que la recaudación supondrá 1.000 millones extra, no ha realizado ninguna propuesta para mejorar los servicios públicos. Urkullu ya ha decidido que los utilizará para saldar la deuda que tiene con los bancos, en lugar de aliviar la deuda que tiene con sus trabajadoras y trabajadores. Esta semana también se ha sabido que Madrid prorrogará los presupuestos y tampoco ha habido ninguna mención sobre el impacto que tendrá esto en las propuestas del Gobierno Vasco. PNV y PP comparten política económica y estrategia, y las y los trabajadores públicos perderemos aún más poder adquisitivo. Los límites que tiene el Gobierno Vasco no son legales, se trata de falta de voluntad.
Tenemos claro que la oportunidad para negociar que ha perdido hoy será utilizada por el Gobierno Vasco para la propaganda. Utilizará una dinámica de reuniones estériles como muestra de voluntad negociadora, esto es, pura propaganda. Mientras tanto, seguirá imponiendo recortes.