El llamado ‘Plan de retorno a la actividad presencial en la UPV/EHU tras el confinamiento decretado por alerta sanitaria por Covid-19’ establece que la fecha límite para remitir dichos planes a la Gerencia era el 5 de mayo del presente año 2020. Se desconoce en muchos de dichos Planes de retorno quién o quiénes los han elaborado, por más que en algunos se conozca la fecha de validación por parte de lxs responsables de Campus y de la Gerencia. En cualquier caso, todos ellos han sido presentados a las personas que forman parte del CSSI con posterioridad a la Incorporación 1 (que según la Resolución de la Gerencia del 12 de mayo se iniciaba el pasado 14 de mayo) e incluso se presentaron una vez iniciada la Incorporación 2 y 3, ya que se dieron a conocer por la Administración de la universidad en la reunión del CSSI celebrada el pasado 25 de mayo a partir de las 15:30 horas de la tarde. Es decir, se ha obviado, una vez más, la obligación de presentar y negociar dichos planes antes de la reincorporación del personal al puesto de trabajo que desempeña en la UPV/EHU de manera presencial. La virtualidad de presentar “aportaciones” a dichos planes es ciertamente escasa y no respeta las obligaciones de la empresa establecidas en la legislación de aplicación.
En muchos de los Planes presentados no se aportan los planos de las instalaciones ni los aforos de las diferentes estancias en las que el personal deberá de realizar sus tareas, con lo que resulta imposible valorar la adecuación de las mismas a lo exigible para garantizar la seguridad y salud de los y las trabajadoras de la UPV/EHU.
De la misma manera, en buena parte de dichos planes no se cumplen ni tan siquiera las previsiones del Plan de retorno general publicado el pasado 27 de abril en cuanto a facilitar el listado de las personas que regresarán en cada período de incorporación establecido en la Resolución de la Gerencia del 12 de mayo.
De la misma manera, son pocos los Planes (con algunas excepciones) que presentan los Planes de los Departamentos que tienen sede en los distintos Centros de la UPV/EHU, ni de sus laboratorios. A lo sumo, hay Centros de Investigación que reseñan los grupos de investigación y/o laboratorios que cuentan (o no) con su preceptivo Plan de incorporación a la actividad presencial.
De igual manera, no se especifican, en la mayoría de los planes, las personas que tienen concedido el permiso de conciliación por cuidado de menores de 14 años o mayores dependientes, ni tampoco el personal de los llamados “vulnerables” que se encuentran en sus domicilios (teletrabajando o no) y la fecha en que se deberán incorporar al trabajo presencial en su puesto de trabajo.
Como ya hemos reseñado, informar, y menos aún a toro pasado, no es equiparable a garantizar el derecho a la participación y negociación de la representación del personal y/o de los delegados y delegadas de Prevención de Riesgos Laborales.
Por otro lado, consideramos que hay servicios que no figuran entre los Planes de Reincorporación enviados, ni se conocen los protocolos que se implementarán en determinados servicios con atención al público (interno o externo).
En ninguno de los Planes de Incorporación se prevé la realización de test tipo PCR ni serológicos al personal que se reincorpore a su actividad presencial en la UPV/EHU.
Tampoco se prevé la realización de ningún tipo de test al personal que fue designado para la realización de los trabajos considerados esenciales por la Dirección de la UPV/EHU tras la suspensión de toda actividad presencial en la universidad.
Se desconoce, igualmente, si al personal de la Facultad de Medicina y Enfermería que ha estado realizando test al personal del sector pesquero de la costa vasca se le ha realizado algún tipo de test para conocer su situación respecto a la Covid-19. Tampoco se conoce el protocolo seguido en la realización de algunas pruebas de carácter presencial realizadas hasta la fecha en determinadas Facultades (Medicina y Enfermería, p.e.).
Para finalizar, consideramos que aportar una mascarilla quirúrgica (de un uso de entre 4 y 6 horas máximo), una EPI (mascarilla autofiltrante tipo FFP2) y unos guantes desechables (que no protegen ante el riesgo del virus SARS-COV-2) a cada persona del PAS no garantiza la debida protección del personal que se reincorpore a la actividad presencial en su puesto de trabajo.